Bob Gruen es uno de los más conocidos y respetados fotógrafos de grupos de la historia del Rock and Roll. Desde Muddy Waters a los Rolling Stones; Elvis a Madonna; Bob Dylan a Bob Marley; John Lennon a Johnny Rotten, ha capturado la escena musical durante más de cuarenta años en fotografías que han ganado reconocimiento mundial y que ya forman parte de nuestro archivo histórico musical.
Bob Gruen comenzó a contar historias con imágenes en el momento en que su madre le compró su primera cámara de fotos aún siendo un niño. Pronto se convirtió en el fotógrafo oficial de su familia y así aprendió a capturar los momentos más hermosos e interesantes sin entrometerse en la acción.
Después de una infancia con diferentes cámaras y la mudanza de John Lennon a Nueva York en 1971, Gruen se convirtió en su fotógrafo personal y amigo tanto de él como de su mujer Yoko,
inmortalizando, a través de sus fotos, tanto su vida laboral, como sus momentos privados.
En 1974 creó lo que ya son imágenes icónicas de John Lennon usando una camiseta de la ciudad de Nueva York frente a la Estatua de la Libertad haciendo la señal de la paz. De hecho, es una de las más populares de las imágenes de Lennon.
Paralelamente Bob Gruen trabajó con grandes grupos de Rock como Led Zeppelin, The Who, David Bowie, Tina Turner, Elton John, Aerosmith, Kiss and Alice Cooper… A parte de todo ello, su jefatura en la revista Rock Scene en los años 70 le sirvió para realizar extensas giras con las bandas emergentes de entonces de punk y new wave incluyendo los New York Dolls, Sex Pistols, Clash, Ramones, Patti Smith Group y Blondie.
En 1989, documentó el viaje épico a Rusia del “Festival de la Paz Musical de Moscú” con Ozzy Osbourne, Motley Crue y Bon Jovi. Durante muchos años Bob fue el fotógrafo oficial del Seminario de Nueva Música de Nueva York, por lo que no sólo hacía fotos a celebridades y estrellas del Rock and Roll sino que también estuvo durante muchos años rodeados de artistas emergentes y jóvenes promesas.
Bob siempre ha sido caracterizado por su riqueza personal, con increíbles experiencias vividas que en su conjunto proporcionan un perfil profesional difícil de igualar. Tanto es así, que desde el principio consiguió trabajos cada vez más trascendentes. Era un fotógrafo diferente puesto que los músicos se sentían cómodos con él ya que su empleo era también una gran pasión. No los molestaba o interrumpía, no les hacía posar para fotos artificiales, solo esperaba el momento adecuado para accionar el obturador de su cámara, para apretar el botón en el momento justo y remarcar lo que sería y es una imagen para la historia.